La mamoplastia de aumento, es un procedimiento quirúrgico para mejorar el tamaño y la forma de los senos; tiene como objetivo dar un tamaño mas proporcionado para el cuerpo de la paciente.
Este tipo de cirugía dura 1 hora y se realiza en un quirófano bajo anestesia general. La intervención comienza con una pequeña incisión que suele realizarse alrededor de la areola (en su mitad inferior) o en el surco mamario inferior. Posteriormente, se crea un bolsillo donde se coloca el implante debajo del músculo pectoral, o en su defecto debajo del tejido mamario.
El cambio es inmediato, aunque en los primeros días la paciente presentara algo de inflamación, la recuperación es muy rápida y por esto es una cirugía que se pueden realizar sin esperar a que llegue un periodo de vacaciones.
Que debes saber si te colocas un implante mamario:
- La FDA recomienda cambiarlos cada 10 años, sin embargo en algunas ocasiones este tiempo se supera y no se encontraría problema si te encuentras en controles médicos periódicos
- Como en toda cirugía y acto medico, existen posibles riesgos y complicaciones que incluyen infección, sangrado, seroma, hematoma, cicatrices inesteticas (queloides), etc; afortunadamente estas no son tan frecuentes.
- Existe algo llamado contractura capsular mamaria, tiene una incidencia del 1 al 3%, es decir que entre 1 y 3 pacientes de cada 100 operadas, podrían presentar este problema, el cual consiste, en una membrana que rodea el implante y puede generar desde algo de endurecimiento del seno, hasta una deformidad y dolor que indicarían retirarlo; y según el caso intentar colocar otro nuevamente.
- Los implantes mamarios no interfieren con el diagnostico de cáncer mamario y los estudios imagenológicos se pueden hacer sin problema.
- Algunos estudios han vinculado los implantes de silicona con un tipo de linfoma, sin embargo estos no son conclusivos y tanto las sociedades científicas como las instituciones regulatorias, como el INVIMA, la FDA y la MHARA (Medicines and Regulatory Health Products Agency ), afirman que no hay evidencia que conduzca a sospechar que los implantes de silicona produzcan cáncer.







